Eres culpable del cuervo que carcome tu cerebro y tu alma, picando incesantemente, hasta desgarrarte desde adentro y ese cuervo no soy yo, es tu propia conciencia que te reclama lo que mis palabras callan...
Rizos y piel, Mikäel y Yératel, verdes cristales y un sabor
a miel, sus alas se abren y se entrelazan a la vez, un poco de llanto y de sangre también, un suspiro y una caricia al atardecer, no hay nada más que decir…
Solo que este es un Arcano placer…
Cose tus labios si lo que dices solo me aleja de la realidad
Quiero dar un concierto solitario al viento y a la hermosura de una fogata ardiendo, quiero cantarle con el alma a las mil voces silenciosas que me acompañan y a todas aquellas personas que se han ido con el tiempo, y entre versos, melodías y canciones que me salen del alma, decirle a las hojas secas que me rodean mientras vuelan, que seguiré cantando hasta que toda fuerza se haya muerto.
Te dejo me iré a recorrer mis pasos una vez mas...a aspirar el humo de la soledad, acoger algo de tranquilidad en mi y seguir trabajando por salir de este infierno mortal...
Siempre he preferido una verdad dolorosa que una felicidad engañosa...
Necesito un escape mental, salirme de este cuerpo mortal, perderme en las noches oscuras y el silencio de concreto, para luego hallar el edén y el santo grial. Ser libre, extender mis alas a lo alto del cielo, resurgiendo una vez más, de las profundidades del abismo, y allí en lo alto del zenit, rodeado de lo terrenal y lo celeste, de lo mortal y lo divino, de luz y oscuridad eterna, de un pasado y un futuro, suspendido en un presente que me hará mejor de lo que alguna vez fui...
... Cuando el tiempo se convierte en un sinfín de hojas secas, volando en espiral alrededor tuyo... y los recuerdos se vuelven tan frágiles, que no quieres tocarlos para no dañarlos, cuando quieres volver a darles vida, pero solo puedes rosarlos con tus pestañas, decides caminar al alba…. con la arena entre tus dedos, tus zapatos en la mano y la brisa del mar acariciando tu cabello...
Puede que ronronee con tus caricias, puede que quiera darte mi calor y acompañarte de vez en cuando, pero puede que te estés equivocando, aunque quieras tenerme, yo soy mi único dueño, soy dueño del susurro del viento y de la noche, iré a donde mis deseos me guíen y voy a ir solo, pues mi corazón…. es macskaféle...
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