domingo, 17 de octubre de 2010

Si fuera un incubo

Una noche me preguntaste al oído que haría si fuera un incubo… y  pudieras sentir mi presencia en la mitad de la noche… como en noches anteriores… ahora yo te respondo…

Si hay una conexión mucho más fuerte... podría darse el caso de que no solo sintieras mi presencia...
Podrías sentir mi voz... retumbándote en la cabeza, pero... De una manera suave, tranquila, placentera...
Podrías verme... con los ojos cerrados...
Ver mis ojos... brillar mientras te sonrío...
Podrías... sentir mi aroma y suspirar....
Podrías... sentir como mis labios se posan sobre los tuyos cual colibrí bebe de la más fina flor...
Podrías sentir mi piel rosándote suavemente el rostro.... las mejillas... tu cuello... tus hombros... tus brazos... tus muñecas... las palmas de tus manos... la unión entre tus dedos... y la yema de los mismos...
Sentirías... como el calor de mi cuerpo se apodera de ti desde lo más profundo de tu ser... y sale a flote en pequeñas gotas de delicioso mineral exhalado por tu piel...
Y como en un momento de trance me apodero de tus manos que ya no son tuyas... sino las mías... que te acarician... que te sienten y te saborean...
y recorrer tu cuerpo de una forma tan delicada que sientes que toda tu piel se eriza...
En ese momento sientes que todo tu mundo da vueltas... y que no tienes ni la más mínima idea del espacio tiempo... pues simplemente tus sentidos se encuentran exaltados  y no puedes soportar el sutil roce de mis manos...
Que ahora se entregan a ti con firmeza y posesión.... y en instantes con algo de salvajismo animal... pues no puedo negar mi deseo carnal y mi corazón felino....
Que mientras ronroneo, sientes como muerdo tu cuello y acaricio su espalda dibujándote versos envueltos en sudor, entre las sabanas blancas...
Y voy persiguiendo con mis labios aquella gota que se fuga de tu cuello y baja por tu pecho... tu delicado y hermoso pecho.... deslizándose en el medio de tu abdomen para sumirse en tu ombligo....el más prodigioso cáliz para beber de ti...
que delicia... eres  dulce y salada.. Eres suave y húmeda... eres firme y me fascina el ver como tus mejillas se sonrojan…
Posas tus manos en mi cabeza mientras bebo de ti... y acaricias mi cabello... aquellas raíces que hacen un perfecto contraste con tu piel....
Y aruño los costados de tus piernas... mientras bajo... lentamente de tu ombligo... hacia la más sublime gloria de una ninfa como tú....
Tu corazón se acelera... tu respiración se corta... mientras me dirijo hacia tu bella flor....
Pero no..... no tan pronto.... primero quiero besarte... por dentro de los muslos..... Deleitarme con tus piernas... ver cómo te retuerces y esperas con ansia que continúe...
Y todo tu cuerpo me llama a gritos... todo tu ser me clama con desbordante locura... así que deslizo mi lengua desde tus muslos hacia lo más profundo y hermoso de tu ser....
Suavemente,
Delicadamente...
No quiero perderme ni un solo detalle de ti...
Y mis manos  empapadas de ti corren desde tus piernas, hasta tus senos...
Y con la yema de mis dedos voy haciendo espirales en ellos... desde afuera hacia adentro....
Y no te puedes imaginar cómo me embriaga tu cara de placer...
Ahora acaricio suavemente tu aureola..... Mientras beso tu monte de Venus... y me aproximo cada vez más.... a la gloria...
Y mi lengua inquieta....y deseosa de saborearte... se escapa de mi boca y te prueba muy rápidamente... mientras tus pezones erguidos juegan con mis dedos... y mis oídos oyen suaves jadeos a lo lejos…

Te vuelvo a besar suavemente y cuando ya no puedo aguantarme más el deseo de saciar mi sed de ti, le doy rienda suelta a mis labios y a mi lengua hasta extraer la última gota de tu néctar.

Es en ese pequeño instante un fuerte  gemido se escapa de tus labios y una gigantesca sonrisa se dibuja en mi rostro mientras te observo arrastrar con fuerza las sabanas blancas y carmín.


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