domingo, 17 de octubre de 2010

Sangre y vino

Oh querida Susan, eres la mejor amante que he tenido hasta el momento, en las diez mil noches de mi eterna soledad, tus rizos dorados, tus labios rosados y esa hermosa piel blanca sobre el terciopelo vino tinto, ahora duermes boca abajo, con una placentera sonrisa que ilumina tu rostro angelical y ese cuerpo delirante, por el cual iría al mismo infierno, tan solo por volver a tenerte entre mis brazos y sentir tu aroma a frutas frescas.


Mientras tanto yo solo me siento frente al piano, enciendo los candelabros, me froto el rostro queriendo sacarme todos los demonios que dominan mis pensamientos y no me dejan dormir en paz, trato de componerte una nueva melodía para elogiarte, pero estoy absurdamente bloqueado… me hago hacia atrás en el banco, me rasco la cabeza, como si arrancara los malos recuerdos, y mis largos cabellos caen sobre mi torso desnudo como raíces buscado la tierra para adentrarse en ella. Agotado, afligido, vagabundo dentro de mí mismo, me levanto, doy vueltas por la habitación, te vuelvo a ver, eres la más hermosa ninfa que he podido raptar del paraíso para saciar mi sed de sensualidad divina, para llenarme de tu calor pasional, pero después de tan devastante huracán de sentimientos me vuelvo a sentir frio como ayer… tomo una copa de cristal, la lleno del más fino vino de mi cava, extasiándome con su aroma y su color, que me hace recordar el vestido de seda rojo, que se deslizaba acariciando tu cuerpo sublime, mientras me sonreías varias horas antes en el café bar, y como me excitaba el saber que era la única prenda que tenias puesta y que él solo roce de ella con tu piel, te erizaba hasta el más lujurioso deseo, ajajjaja definitivamente adoro tu sonrisa erótica…


Descalzo por la habitación para poder sentir el frio de la noche recorriéndome desde lo más profundo de mi ser y la brisa que abraza mi alma, si es que tengo alguna, deslizo mis dedos en la boca de la copa de vino, sintiendo el cristal húmedo, degusto un poco de vino mezclado con la sangre de mis labios, mientras acaricio las teclas de mármol de aquel antiguo piano Alemán y las yemas de mi dedos se sienten inquietas, quieren saborearlo todo, quieren sentirlo todo, como si la sobredosis de caricias y sudor hubieran despertado en ellas el mas enfermizo deseo de traducir todo el universo en un solo instante, sigo caminando lentamente sintiendo todo a mi alrededor y mientras cierro mis ojos suavemente, tengo flashbacks del bar, mientras cantaba y me voz se fugaba directamente a tu subconsciente, de tus miradas, de mi sonrisa de placer al saber lo que pensabas, y el retumbar de tu corazón queriendo estallar en un solo latido, los gritos en la mitad de la noche y suaves gemidos en mi oído, mientras extraía la última gota de sangre de tu cuerpo, durante tu más explosivo orgasmo…


Si, eras una ninfa, la más bella de todo el paraíso, la más sensual y la más cálida amante, extraje todo de ti, pero aun así me siento frio, desnudo y melancólico frente al piano, otra vez….


1 comentario:

  1. Fantastico, genial, hermoso simplemente hermoso, me encanto Brayan. Como si tomaras cada palabra de mi cabeza ;)

    ResponderEliminar