domingo, 30 de octubre de 2011

Fruto Dorado


Una noche, bajo la luna llena, de las raíces de la tierra broto un árbol, de aquel árbol retorcido y negro, sin hojas y aparentemente muerto, creció una manzana roja, de roja pasión y sangre roja, al caer la manzana al piso se partió en 2, de la silueta de la manzana dividida se dibujaron las alas de una mariposa y de sus semillas dos ojos brillantes, aquella mariposa voló a lo lejos, voló tanto que su cuerpo se desintegro en el aire y lo único que quedaron fueron sus hermosos ojos brillantes, que al caer en una grieta se adentraron en ella, de aquellos ojos de mariposa brotaron dos árboles, uno era blanco como la nieve y brillaba como la luna, el otro era azul como el cielo y resplandecía como el sol, estos dos árboles crecieron juntos a pesar de tan árido terreno, y con el tiempo se fueron fusionando sus troncos y sus hojas se juntaron, sus frutos eran dorados, y alrededor de cada fruto hay una inscripción en una lengua sacra que traduce: Nuestro amor es el fruto de lo que día a día cultivamos.
 








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